Ir al contenido principal

ESTUPIDEZ HUMANA

Define Carlo María Cipolla en su libro "Allegro ma non troppo", la estupidez, y establece cinco leyes de oro.
Ley 1: Subestimamos el número de individuos estúpidos en circulación
Ley 2: La probabilidad de que una persona sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de esa persona
Ley 3: Una persona estúpida es una persona que causa pérdidas a otras personas sin obtener ningún beneficio, incluso incurriendo en pérdidas
Ley 4: Las personas no estúpidas siempre subestiman el poder perjudicial de los individuos estúpidos
Ley 5: Una persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa

Es un autor y una obra que recomiendo con frecuencia.

Estúpido es una categoría de persona distinta del inteligente, del malvado y del ingenuo.
Estúpido puede ser cualquiera, desde un bedel a un ministro.
Estúpido es el que perjudica a los demás sin obtener beneficio alguno.
Todos sabemos que su cargo de Ministro lo hace sin pretension de obtener un beneficio económico alguno, sino por el bien de su país.
También sabemos que el Sr. Ministro perjudica, y mucho, con sus ocurrencias y disparates.
Las ocurrencias y disparates gratuitos del Ministro entran dentro de lo que la Fiscalía califica en Juicio de "indebidas", "poco acertadas", "desproporcionadas"...
Pues eso, estúpido -según Cipolla- es el que perjudica a otros sin obtener un beneficio a cambio. Este es el caso.
El Ministro no es un "científico" -es un técnico, un ingeniero- ni se le conoce por haber aportado ciencia o descubrimiento a la sociedad. Su trabajo se ha limitado a dar vueltas por el espacio mientras supervisaba un estudio sobre la reproducción de las moscas en el espacio: menuda hazaña.
Con esa hazaña, quiere convencernos de que está capacitado para decirnos lo que debemos hacer con nuestras vidas y nuestra salud, y nos va a dar lecciones a sanitarios y juristas de los derroteros que debe seguir la ley a su antojo y capricho: ahí es nada y tan solo por haber ido de paquete en un cohete.
Tiene suerte que la mafia de partido que en este país controla la prensa y controla a los jueces -igual de mafia que otros iguales partidos- le rían las gracias, y lo arropen como quien tiene la desgracia de tener un sobrino tonto al que hay que ayudar a prosperar.
Pero estaremos pendientes de él por si tiene nuevas ocurrencias que aportar a la humanidad.
Estaremos pendientes para para que la prensa, los jueces y su tio el mafioso, sepan que no le va a salir gratis nunca.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vacunas eficaces y seguras

El Ministerio de Sanidad ha reconocido oficialmente que  no tiene constancia de grupos antivacunas ni tiene ningún registro o control de grupos antivacunas en España. Resulta patente que cuando funcionarios y periodistas se refieren a antivacunas lo hacen como insulto, desprecio o escarnio y no como reflejo de una realidad. De hecho, los críticos y auténticamente escépticos de las vacunas, no son antivacunas sino personas preocupadas por su seguridad. Algunas personas denominadas antivacunas han visto a un hijo, familiar o conocido sufrir autismo, daños neurológicos, enfermedades autoinmunes o alergias inmediatamente después de una tanda de vacunas... y es normal que se planteen preguntas y que surjan miedos. Yo sí soy antivacunas. Como jurista porque no se garantiza la mínima información necesaria para alcanzar un consentimiento válido y como enfermero, porque junto con las vacunas se inyectan sustancias que en ningún caso deberían inyectarse bajo ninguna circunstancia. Durante añ

SOBRE LA CORRUPCION Y EL CORONAVIRUS

La Ley 9/2003, de 25 de abril, establece el régimen jurídico de la utilización confinada, liberación voluntaria y comercialización de organismos modificados genéticamente. La utilización confinada de microorganismos modificados genéticamente debe llevarse a cabo de forma que se limiten sus posibles efectos negativos para la salud humana y para el medio ambiente y que debería prestarse la debida atención a la prevención de accidentes y al control de los residuos, y si se liberan en el medio ambiente en un Estado miembro durante el transcurso de su utilización confinada, los microorganismos pueden reproducirse y extenderse atravesando las fronteras nacionales y afectando por consiguiente a otros Estados miembros. Pues bien, esto que parece el culmen del progreso tecnológico no es nada más que el síntoma más evidente de degradación social, que viene ejecutándose desde hace ya tres décadas a espaldas de la población y que constituye un riesgo del que nadie se hace responsable.